Dedico esta página a mi dulce caramelito, con sincero amor y profundo agradecimiento. Eres el regalo de Dios para mi vida, escogido y reservado desde toda la eternidad. Complemento perfecto, compañía que anhelé en silencio toda mi vida, aún entre lágrimas y agudos dolores del corazón. El inescrutable designio de Dios nos cruzó por el camino y marcó con su perfume de amor el camino del plan de amor para tí y para mí. Después de años de sufrimiento, soledad, vacío existencial y cruel desesperanza, el Señor me ha regalado la dulzura de tu amor. Dios te bendiga siempre mi tesoro. Quiero honrar ese designio divino y estar a la altura de tan generosa bondad. Así como has sido, por voluntad de Dios, luz y calor para mi entumecido corazón, de la misma manera pido al Señor que esta página sea luz y calor para tantos corazones atormentados, abatidos y sin esperanza, necesitados del toque amoroso de Dios.. Dios te bendiga siempre mi tesoro.!